Tiempo después

Releo la historia que inició hace poco más de 8 años y me enternezco de misma.

Decidí volver a sentir, decidí abrirme a la oportunidad, al asombro, abrir el corazón. Cambié mi zona de confort por una nueva aventura, una nueva vida, una nueva persona. Sabía que sería difícil y aún así me aventé. Y con todo!.

Me aventé a formar un nuevo hogar, a moverme de mi casa, a tener un hijo, a dejar mi comodidad, a integrarme a una nueva persona y familia totalmente diferente a mí y mi historia. Le aposté y le eché TODO. Me jugué el pellejo. Ambos lo hicimos.

Solo que no me escuché. Desde un principio vi una cosa que no me cuadraba y lo mencioné, hablé de ello, se llegó a un acuerdo que no se respetó; lo lamentable, que ni yo misma sostuve.

Por miedo. No hay otra razón.

A equivocarme, a estar sola ahora con dos criaturas, a llevar sola a un bebé, al "si ya lo sabías...", etc.

8 años después eso que nunca cuadró y que nunca se respetó sigue siendo mi tema. Me encuentro en la encrucijada de si seguir o cambiar el rumbo. Y me cuesta, porque los miedos son más, las responsabilidades y chantajes, el control económico es fuerte, el muro del orgullo es grueso y difícil de penetrar y es lo primero que se planta y separa.

Tengo miedo de quedarme porque conocí el lado oscuro de la otra persona. Y tengo miedo de cambiar la ruta por los cambios que ello implica.

Lo único cierto es que eso que vi desde un principio, ahora es un déficit para el desarrollo de mi hijo y una molestia para mi tranquilidad. No lo quiero en mi vida y mucho menos en la vida de mi crío.

Y me enoja no haberme hecho caso. Me molesta haber tenido razón. Me molesta haber creído, haberme abierto después de tanto cuidarme. Haber apostado todo y al final ser la fría, la exigente, la orgullosa.

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