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Educando antes y ahora

 Recuerdo cuando siendo una adolescente llegaba a la farmacia a comprar un paquete de toallas sanitarias y la persona del mostrador me preguntaba si deseaba que me lo envolviera, como si fuera algo que se tuviera que esconder, como si fuera algo vergonzoso o que se debiera ocultar por estar en tu periodo, siendo que TODAS las mujeres sangramos. En mi caso nunca lo pedía y aún así lo hacían. Cosa que me parecía más incómoda que el mismo hecho de estar menstruando y tener que ir a comprar con mega cólico unas toallas sanitarias; como si fuera algo pecaminoso!.  Igualmente la primera vez que utilicé tampones, entre mis 16 o 17 años, en una salida al mar con los amigos y para mi suerte estar en mi periodo justamente los días que nos íbamos. Fue el gran suceso entre las amigas: para ellas perdía mi virginidad!. Por más que les explicaba que eso sucedía al tener relaciones sexuales, no hubo modo de hacerles comprender. Simplemente yo ya no era virgen porque estaba usando tampones. Y...

En el 5to piso

 Llegar a los 50's no ha sido tarea fácil. Menos cuando pensabas que ya ibas encaminada a una vida esperada, con pareja, planes en conjunto, crecimiento familiar y personal... Y PUF!, todo se va al carajo. Te separas, te sacan de tu casa, no tienes un trabajo fijo, eres aún mamá 24x7 de un niño de 6 años, sin vehículo porque lo vendiste para pagar deudas de casa... y tienes que empezar de ceros y tampoco está fácil porque ya no eres rentable para un empleador, tu crío no tiene dónde quedarse mientras trabajas y te consigues un trabajo remoto pero barato, obvio no te alcanza porque prefieres que su papá alcance a pagar la buena escuela en la que está y mientras, con lo que ganas pagas renta, servicios y alcanzas a estirar para comida, olvídate de vacaciones!... Eso te llega a desesperar y piensas en buscar lo que sea para ganar más... pero tienes que cubrir un horario donde tu crío queda volando porque no hay quién lo cuide. Todo lo que pensabas que ya estaba en su lugar, que iba en...

Ángeles y más ángeles...

Cuando se escucha la palabra Amante, implícitamente se relaciona a lo sexual. Pero podría aplicarse también a lo mental y hasta espiritual. Amante, según la RAE, significa "Que ama", "Que manifiesta amor o se refiere a él", "Amado o querido", "Cada una de las dos personas que se aman", "Persona que mantiene con otra una relación amorosa fuera del matrimonio". En la actualidad el significado de Amante también adquiere una connotación ajena a una relación sexual. Buscarse un amante ya no es satisfacer el deseo sexual; ahora un amante es aquello que te llene el alma, que te la reinicie, que te enriquezca: amante del ejercicio, amante de un gusto, amante del arte. Pero qué tal un amigo?... Una persona con la que puedas desenmarañar misterios, con la que puedas dar con tus nudos personales y desenredarlos, encontrar tus sombras y ponerles luz. Alguien con quien puedas ser tal cual, un complice de ideas, confidente de deseos y locuras. Con qu...

Namaste

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Amantes del alma De mente y espíritu Por increíble que parezca Amar con palabras Acariciando el alma, desenvolviéndola, expandiéndola Me acompañas a dar con lo más profundo de mí Mis anclas, mis agujeros negros Me enseñas, me señalas Eres un faro Una linternita Sin la intención, sin darte cuenta Sin necesidad de coger Sin urgencia de sexo Solo tocando, acariciando la presencia Hermanos de alma Amantes de ideas Viajeros de vidas Te escucho Me escuchas Nos atendemos Hoy descubro tu razón en mi vida Descubro la mía en la tuya Y la entiendo. La honro. No hay más Porque hay todo GRACIAS

Crisis de la edad madura o de relaciones interpersonales?

No se si sea algo generacional o realmente estamos viviendo una crisis de relaciones interpersonales, pero existe un común denominador entre las parejas de diferentes edades, gustos y géneros. Entre mis amigas, la mayoría divorciadas, es común el tema de la falta de compromiso de las parejas con las que salen y sobre todo la falta de claridad: qué tipo de relación, la finalidad, las reglas del juego… lo que toda persona quisiera saber de una relación. Lo más claro que se tiene es “nos vemos, cogemos, esperamos volver a vernos”. Pero cuando se toca el tema “Qué Somos” llega el silencio. Si bien te va te dirán “no hay que hablar de eso ahorita, mejor disfrutemos el momento”, te dan un buen round y no se vuelve a tocar el tema. Regresas a tu casa con un vacío en el pecho o con la sensación de haber tenido algo meramente fisiológico. Juras que no volverás a contestarle ni a verlo y en cuanto te manda el primer meme ya olvidaste todo. Y dices “esta vez sí que lo hablamos…” y vuelve a girar ...

N. R. D. F.

 No cabe duda que a quien debes serle siempre fiel es a uno mismo. Siempre habrá quien te hable bonito, te cuente historias, cuentos, que te sobe el ego, que te excite el alma... Pero pocos serán los que se entreguen al 100%. Palabras bonitas, siempre habrá. Quién quiera darte placer, abundará. Que te llene la pupila, muchos. Pero comprometerse, entregarse, abrirse, percibirte, presentirte, compaginarse... contados. Y hasta que no llegue alguien así, no vale la pena jurar fidelidad.

Desde ceros

Cuántas veces hemos deseado empezar de cero? Cuántas veces hemos pensado comenzar todo otra vez? Borrar lo escrito, tomar el otro camino, cambiar de carril, de carrera, de giro. Qué harías? Hace un año mi mundo se volcó de manera abrupta. Solté a mi cría mayor para que empezara su vida propia. Mi compañera de tantas aventuras y por tanto tiempo. Mi confidente, mi asesora, mi batería. Emprendió su vida lejos del nido en otro país, en otro continente. La despedí con inmensa emoción de felicidad por ella, pero una gran nostalgia y dolor de soltarla. Un mes después tronó mi matrimonio. Se buscó el acuerdo, la reconciliación; pero el vicio pudo más y terminó reventando la cordialidad y el respeto. El proyecto de familia murió. Vino la separación. Los acuerdos se rompieron, no se cumplieron y se tuvo que dejar el lugar donde habitábamos mi crío y yo, terminando pidiendo asilo en la casa paterna, invadiendo el espacio del abuelo y generando molestia a alguien acostumbrado a su soledad. Despué...