Once upon a time...
Existió hace algún tiempo un hermoso amor. Donde dos corazones se hicieron uno y se amaban con solo mirarse. Se sentían a la distancia. Se percibían sin hablarse. Se entendían al besarse. Hablaban continuando las frases. Se adivinaban sin intentarlo. Se sentían sin tocarse.
Pero el mundo celaba ese amor. Nunca cosas tan lindas han sido respetadas ni apreciadas. Y ese mundo fue egoísta. Con todo su recelo y envidia se encargo de molestarlos, de insinuarse y de separarlos.
Sin más, un buen día, ese amor se partió en dos y la parte más débil, haciendo caso de la envidia y del egoísmo, cayó del lado del miedo, olvidándose de la fuerza de la que era dueño al ser uno solo. Y se alejó, y se aisló y se escondió en la obscuridad de la vergüenza. Se unió al mundo en su idea egoísta. Pero no duró mucho a su lado porque lo que mal empieza, mal acaba. Y se perdió, y se desapareció y dejo de ser bello y puro.
Mientras que su otra mitad se curaba las heridas y se levantaba fuerte y renovada, entera. Llena de amor y cariño a su alrededor, fortaleciéndola como única, para hacerla una sola y que no pudiera nunca más ser separada de ella misma, pero limpia de toda mundanidad, para poder compartir.
Y ahora se le ve grande, brillante. Disfrutando cada cosa, cada momento, todo el cariño a su alrededor. Caminando, cantando, sonriendo. Henchida de amor.
Las heridas sanaron. Las cicatrices cada vez son menores. Aunque en temporadas de lluvia y frío molestan un poco. Suelen punzar avisando si va a llover o cuando llega a hacer mas frío. Pero son solo eso, una punzada y nada mas.
Pues qué bueno que la historia de Adán y Eva ha sido rebasada y superada, aunque en invierno duela. Eso es nomás por el clima, no por otra cosa. Y no es necesariamente tan malo... a fin de cuentas es así como nos sentimos vivos.
ReplyDeletePero que usted haga el reporte de los daños, el inventario de lo perdido, sólo debe ser para archivarlo, pues no hay seguro ni reposición de daños.
Es usted una mujer, y una mujer hermosa. Sensible e inteligente. Y sí, lo digo aunque no la conozca, pero lo digo por lo que veo y leo. Sinceramente. Y tampoco la veo como secretaria de aseguradora, acomodando los reportes de daños y archivándolos.
No. La veo alegre, la veo creativa, la veo en movimiento, y es quizá en eso en lo que radica más su belleza. Más que en lo físico (que por supuesto que la tiene), en lo que muestra.
Así que habrá más Adanes y habrá más Evas, esas que se reinventan aunque sean las mismas, esas que sonríen y que lloran, sí, pero que irradian belleza, como usted. ¿O qué, no?
PD. No me lo tome a mal, no es mi intención faltarle, sólo digo lo que veo y leo... mi afición de vouyerista, ja. ¡Saludos!
Para nada se toma a mal su comentario. Muy al contrario, se agradece!
ReplyDeleteEs agradable saber que alguien se molesta en leer y comentar lo que uno escribe, con el simple afán de compartir lo que todo ser humano siente y vive, como bien tiene a comentar. Son experiencias que le ponen sabor al caldo! Digo, también los caldos pueden salen amargos... Pero que delicia cuando salen sabrozos!
Y no, a secretaria de aseguradora no le he hecho. JA!
Nuevamente muchas gracias por leer y sobre todo por comentar. Eso es lo mas agradable!