Con dos copas de vino tinto

Cierto era...
Aún no terminaba Julio y yo quería matarlo... Solo que él me mato a mi primero.

El último escrito hablaba de las pérdidas humanas que había tenido esa semana, la cuál yo ya daba por terminada, finiquitada, acabada, con todo y su mes. Al guien me escribió "no Marita, aún no termina el mes"... Y cuánta razón tenía!...

Sábado por la madrugada, entre sueños escucho el teléfono sonar debajo de mi cama. Era mi padre. La quinta llamada. Contesto. "Puedes llevarme a la Central?", "claro, allá vamos. Qué pasa?..."
Julio me esperaba... todavía.

Carmen, María del Carmen, Carmelita... Mi tiíta. La mujer que unía desde hacia mucho tiempo la familia. La mujer que en un tiempo fué dura y exigente con sus hijos. Pero siempre protectora. La mujer que estuvo conmigo siempre desde mi carencia de madre; y no porque se hubiera muerto, si no que por su propia decisión dejó de serlo, y al mismo tiempo rechazaba la posibilidad de ser abuela de mi hija. Carmelita, que se convirtió en la "Abuelita Carmelita" que mi peque tuvo al igual que yo cuando chica. Carmelita que arrullaba a mi cría desde meses de nacida; que me la cuidaba cuando íbamos al DF y yo salía al cine. Carmelita que nos recibía con tanto cariño y apapacho. La que no dormía bien por tener migrañas debido a su presión alta. Con la que echabamos cafesito en las mañanas echando el chal, hablando de la familia, de mi señor padre y mis hermanas. Con la que llegábamos en las Navidades inundando su casa de voces, risas y llantos de niños. A la que invariablemente le impusimos la tradicional batalla del "Migajonazo" en su casa a pesar de su negativa. Carmen, la mayor de sus dos hermanos, pero ante todos la menor por ser la mujer. Carmen sin necesidad maquillaje, solo rimel. Carmen la niñera, pero justa con los niños, nunca alcahueta. Carmen la madre de cuatro hijos... mas tres niñas más (mis hermanas y yo) que salíamos al cine en su camioneta azul o a vacacionar los veranos costeando las playas de México. Carmen la profesora de primaria, a la que algún par de veces acompañamos (aún no se porque) y nos toco uno de esos desayunos escolares. La maestra Carmelita a la que le tenían tanto respeto. Carmelita la organizadora de desayunos familiares, la que acercaba a la familia, la que siempre nos llamaba, la del arroz blanco que le encanta a mi peque. Carmelita, la que vino a Guadalajara el pasado 19 de Mayo para estar presente y tomarle fotos a su nieta-sobri en su 1a. Comunión... Esa Carmen que ahora nos hace tanta falta. Esa Carmelita, la de los ojos bonitos. La que extraño inmensamente y que todavía no puedo creer que ya no esté.

Mi familia siempre ha sido muy mexicana, lo cuál significa siempre ha sido muy Matriarcal.
Primero la tía Tina. Después la tía Cata. Luego la tía Carmelita...

Ahora ya no está.
Hace falta.
Se siente su ausencia.
Falta su presencia.

Hoy me haces falta.

No pensé que me fuera a pesar tanto. Pero así es.
Me he dado cuenta que aún siendo muy Gutiérrez físicamente, soy demasiado Barajas.
O quizá soy la única Barajas Gutiérrez por aquí.

El caso es que AMO infinitamente a mi familia. A pesar de que me la arrebataron por tonterías de mis padres cuando chica.

Eso, más la ausencia temprana de madre (y por orgullos de la misma) hicieron que me aferrara mucho más a mi sangre paterna, y que esa mujer que sorteó un accidente donde casi pierde la vida o la pierna, ocupara un hueco tan enorme y doliente como el de una madre ausente.

Gracias!. Gracias por permitirme estar a tu lado. Gracias por cubrir ese vacío tan profundo en mi alma. Gracias por ser una abuela para mi hija. Gracias por darme los mejores hermanos que hubiera podido tener. Gracias por tantos cafés, por tanta complicidad, por escucharme, por aguantarme... por quererme. Gracias, gracias, gracias...

Ahora a imaginar que estás de viaje. A platicarte en el silencio. A inventarme unos cafesitos con chal y todo en la mañana.











Gracias Carmelita.
Gracias tiíta...

Y ahora con dos copas de vino tinto, brindo por tí: SALUD!

Comments

  1. Tiene mirada sabia. Mirada de niña... Mirada de vida. Abrazo solidario

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  2. Gracias Memo. Es loque mejor va en estos momentos: abrazos.

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  3. Entiendo perfectamente cómo te sientes. Te mando un FUERTE abrazo Mara...

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  4. grax... Anonimo. Se agradecen todos los abrazos, hasta los anonimos ;)

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  5. Y la vuelvo a leer y aun vuelvo a llorarte Tiíta...

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