De vuelta a las anda-nadadas
Pues después de mucho tiempo regreso a mí, a lo mío, a las cosas que me relajan, a lo que disfruto, a esas cosas que llamo Terapia. Regresé al ejercicio después de 2 años y 2 meses. Volví a un gimnasio al que hace unos 13 años iba a su alberca a nadar mientras llevaba en mi panza a mi Pollo y que ahora me queda a unas cuadras de casa. Solo que ahora me metí tanto a la alberca como al gimnasio, como hacía muchos años solía ejercitarme. En aquel entonces le dedicaba poco más de 2 horas; claro, no tenía hijos y era toda una doñis texana en San Antonio, así que tenía tiempo, dinero y energía. Ahora no tengo tiempo, ni dinero y menos energía, por lo que en lugar de dedicarle más de 2 horas diarias, tengo que repartir la nadada y el gimnasio por días: 3 dedicados a nadar y 2 a lo demás. Esto no es nada alentador. Menos después de 2 años y cacho sin hacer ejercicio (puros intentos que quedaban en el camino), aunados los kilitos de más y la respetable edad, a la que irremediablemente ...