Fragilidad
No se si agradecer o reclamarle a mis padres. Me educaron para nunca depender, para no pedir, para ser independiente y fuerte. Eso me causa conflicto. Porque no me gusta necesitar, no me siento cómoda pidiendo ayuda, me causa un problema tener que hacerlo; vaya, no me gusta ni siquiera enfermarme!
He ido aprendiendo sola y a golpes duros a resolverme, a superar ese trauma y darme cuenta que se vale pedir ayuda, que no tiene nada de malo solicitarla cuando se necesita. Y afortunadamente me he encontrado en el camino gente muy valiosa, amigos con los que se que cuento incondicionalmente y que me han echado la mano cuando lo he necesitado y a los que amo inmensamente porque han estado en los momentos más difíciles, apoyando, ayudando, acompañándome y a los cuáles no tengo palabras suficientes para agradecerles.
Pero hay momentos en que no puedo evitar un sentimiento de fragilidad, de vulnerabilidad, y eso me descontrola, me estresa. Y no puedo dejar de añorar ese apoyo que da un compañero, en el que sabes que aunque todo el mundo esté volteado de cabeza puedes encontrar tierra firme; en el que cabe la cordura o la locura cuando todos los demás son tan comunes; en el que encuentras un apoyo cuando todo se tambalea; el escorpio que te dice "uste' es bien chida" cuando más lo necesitas; ó ese virgo que te abraza y sientes que tienes la más fuerte armadura; con el que te quedas dormida en un abrazo y nada fuera de eso puede ser más importante... Ese que, al parecer, solamente un par de veces en la vida se presenta.
No lo niego, me gustaría tenerlo otra vez. Pero tampoco me desvivo por eso. Si aparece, bienvenido. Si no, ya lo conocí. Lamentablemente (o afortunadamente) no me enseñaron tampoco mis padres a ser de esas mujeres que solo esperan que llegue un hombre para ser "rescatadas". Sigo pensando en que una pareja debe ser un compañero... Quizá por eso no lo tengo.
Lo único que me queda por hacer en esos momentos de fragilidad es repetirme las palabras que me diría esa persona, mirar a mi alrededor (personas, logros, momentos) y valorarlo, repasar mis planes, respirar profundo y exhalar esos malos ratos con esas malas personas y olvidar que pueda ser frágil.
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Digo, al fin de cuentas no puedo negar ser un ser humano y que eso es lo que somos: fortaleza y fragilidad.
He ido aprendiendo sola y a golpes duros a resolverme, a superar ese trauma y darme cuenta que se vale pedir ayuda, que no tiene nada de malo solicitarla cuando se necesita. Y afortunadamente me he encontrado en el camino gente muy valiosa, amigos con los que se que cuento incondicionalmente y que me han echado la mano cuando lo he necesitado y a los que amo inmensamente porque han estado en los momentos más difíciles, apoyando, ayudando, acompañándome y a los cuáles no tengo palabras suficientes para agradecerles.
Pero hay momentos en que no puedo evitar un sentimiento de fragilidad, de vulnerabilidad, y eso me descontrola, me estresa. Y no puedo dejar de añorar ese apoyo que da un compañero, en el que sabes que aunque todo el mundo esté volteado de cabeza puedes encontrar tierra firme; en el que cabe la cordura o la locura cuando todos los demás son tan comunes; en el que encuentras un apoyo cuando todo se tambalea; el escorpio que te dice "uste' es bien chida" cuando más lo necesitas; ó ese virgo que te abraza y sientes que tienes la más fuerte armadura; con el que te quedas dormida en un abrazo y nada fuera de eso puede ser más importante... Ese que, al parecer, solamente un par de veces en la vida se presenta.
No lo niego, me gustaría tenerlo otra vez. Pero tampoco me desvivo por eso. Si aparece, bienvenido. Si no, ya lo conocí. Lamentablemente (o afortunadamente) no me enseñaron tampoco mis padres a ser de esas mujeres que solo esperan que llegue un hombre para ser "rescatadas". Sigo pensando en que una pareja debe ser un compañero... Quizá por eso no lo tengo.
Lo único que me queda por hacer en esos momentos de fragilidad es repetirme las palabras que me diría esa persona, mirar a mi alrededor (personas, logros, momentos) y valorarlo, repasar mis planes, respirar profundo y exhalar esos malos ratos con esas malas personas y olvidar que pueda ser frágil.
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Hola nenorra, me encanta poder leer estas palabras. Síp, tienes toda la razón. Nuestros padres nos enseñaron de esa manera, aunque sin duda, no era la mejor. Todos nos equivocamos, no?? mejor prueba que la de ellos. Pues sí, todos tenemos fortalezas y fragilidades. También estoy de acuerdo en cuanto a la idea de un compañero y no un "rescatador", para eso ya tengo Uno y el Único. Y justamente es quien me ha enseñado el modelo correcto, pues justo es quien lo diseñó. Yo en lo personal, me he tenido que topar también con mis propios patrones y mi propia "independencia" que lo único que ha hecho en mi vida es justo eso no saber convivir con otro. Eso de los apegos que tanto promueve tu padre, es exactamente la justificación perfecta para no tener ninguna relación prufunda en la que expongas todas tus fortalezas y fragilidades con el propósito de no ser dañado. Pero, justo es ahí donde entra el otro con sus fortalezas y debilidades, donde se comparten por completo y así mismo se cubren las espaldas y se complementan las diferencias. Es hacer del otro lo que deseas que te hagan a ti, donde confias, donde arriesgas, donde se crea una interdependencia, osea una independencia compartida sometida a la del otro. Eso se llama AMOR. Uno en el que dos personas se hacen una sola carne, un engranaje perfecto con sus imperfecciones incluidas. Donde uno hace del otro una mejor persona. Me encanta leerte pues no hay mejor persona que me entienda que otra que ha vivido no solo lo que yo sino lo mismo, es decir la misma historia y cada una con la suya propia. Ahora, a estas alturas de la vida, después de nuestras experiencias llegamos a la misma conclusión. Me encanta !! Gracias por compartirlo. Espero de todo corazón que llegue a tu vida esa persona para ti. TE AMO marabarajas
ReplyDeleteQUE COSAS NO?... en el afan de no repetir esquemas, se crean otros... asi tal cual nos paso con nuestros padre: no quisieron que fueramos de una forma y les salio el tiro por la culata. En lo que a mi respecta, espero romper esa "maldicion" Gutierrez que ronda en sus mujeres. Checa su historia y veras a que me refiero.
DeleteLas grandes mujeres (como tú) siempre se definen por cómo salen de los pedos, no por los pedos mismos. Y los momentos fuertes siempre llegan justo cuando los momentos frágiles ya han logrado su cometido: recordarles a esas mujeres que pueden todo y ante todo se imponen.
ReplyDeleteEres bien chida.
='D
DeleteMi Verito!!! ora si me sacastessss la lagrimita
Y nomas se me ocurre decirte "pero si hoolaaaaa!" jajajajajaja MUJERONES USTEDES! Y lo mas chido, que nos toco criar otras mujercitas! ;)
Y acerca del capricornio que aparece y que respeta esa fragilidad y admira esa fortaleza?? no, no digas nada...se lo que dirás y si siempre estaré cerca ;)
ReplyDeleteMi ángel capricornio! ;)
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